domingo, 1 de septiembre de 2024

Devenires

Varado en devenires
como las olas del mar
suben y bajan
pero lo bueno de esas aguas
es que siempre llegan a la costa.
Conocen bien el camino
recorriéndolo al mismo ritmo
más fuerte o más debil
según la nota de su sinfonía.
Son las vueltas que da la vida,
a veces con angustias
y otras tantas con alegrías.
Y así como el mar no se detiene
tampoco el calendario día tras día
impulsando nuevos sueños,
soplando muchas esperanzas
porque nunca son 
las mismas aguas
las que mueven las olas.
Y se aguarda el mañana
en que se alise la arena
y poder recorrer la playa
sin puertas ni barreras
teniendo el horizonte
como única meta
donde el sol el alma calienta
dándole más fuerza
a la huella
que se marca en la arena.
Daniel Valdman.