y al tratar de acariciarte
te esfumas entre la niebla.
Y vuelvo a la realidad
aunque duela
que me viste de soldado
en esta guerra
alejándome de tus brazos.
Y extraño caminar
sobre el prado florecido
cogido de tu mano,
embriagados de cariño
haciendo nuevos caminos
sobre la naturaleza.
Y sigo soñando
sin salirme de los sueños
cuando el zumbido de un disparo
me alerta en donde existo.
Y abandono el momento
en que te tuve a mi lado
sabiendo que bien te guardo
muy metida en mi pecho.
Daniel Valdman.