para dilucidar entre ellas
quién era la más importante.
Cada una esgrimía su cuento
haciendo énfasis en el momento
en que su actuación
fuera la mas promisoria.
Levantando la voz, pidiendo silencio.
Sin callarse cada una
buscaba el mayor respeto.
Entonces, tras
intentarlo muchas veces,
el Príncipe le dio el beso
y al ella responderlo
todos se dieron cuenta
que como esa vez,
nunca hubo.