miércoles, 30 de marzo de 2022

Quizás

Arde una antorcha
en la oscuridad de la noche.
Flamea su luz al aire
que con suspiros se respira
creando incertidumbre
en los rostros de las trincheras.
Las máquinas ya no emanan
sus sonidos de guerra
mientras absortos e intrigados
miran la luz que a lo lejos brilla.
Se corre la voz que el fuego ha cesado,
que las balas de combate
se convirtieron en palabras
y que podré volver a mi amada
que tanto por mi ha rezado.
Ya no hay sangre
que darle a la patria.
Bastante le hemos dado
defendiendo los escombros
en que nos han dejado
para volver a comenzar
pero ahora libres
y sin fusiles en las manos.
Ojalá sea cierto
y pueda encontrarme con los besos
que tanto mis labios han deseado
y pueda estrecharla en un abrazo
festejando juntos que lo hemos logrado.
Y amarnos y amarnos
por nosotros, por los que hemos quedado
y por aquellos
que dándolo todo
se han ido sin retorno.
Daniel Valdman.