sigue en el aire todavía
inundando el ambiente
con tu presencia.
No estás, pero te siento.
No causa dolor tu ausencia
porque sigues atrapada
entre mis brazos vacíos
y en un sin fin de recuerdos.
Y a pesar de no abrazarte,
te sigo amando como siempre
porque las almas, no necesitan del cuerpo
y aún sin estar presente, sigues en mi.
El sentimiento persiste en encontrarte
para recuperar el tiempo
que no nos dimos
o que la vida, sin pedir permiso,
nos quitó para extrañarnos.
Y también es por eso que te amo
porque se que algún día
podré decirle a tu alma
todo lo que hoy te escribo.