viernes, 10 de marzo de 2017

Eso

Reclinada tu cabeza
puesta entre mis manos
y los sueños de paz
revoloteando nuestras almas.
Qué belleza es tenerte
guardiana de mis sentires
para que juntos hagamos la vida
unidos por sentimiento.
Ya no son las caricias
que furtivas nos atraen
ni tampoco los besos
que al deseo incitan.
Son las palabras que no decimos
y los silencios del espíritu
que inundan nuestros pechos
y nos hacen sentir lo inexplicable.
Y eso, es amor.
Daniel Valdman