en el calor de los cuerpos
mientras recibo tu aliento
en un abrazo infinito.
El silencio de las palabras
aumenta los suspiros
creciendo más las ansias
de no acabar este momento.
No hay beso sin respuesta
ni caricia que no se atreva.
La libertad del sentimiento
se escapa por la piel
sin pudores ni fronteras
y la magia del cariño
hace de dos almas solo una.
El juego del amor hace de las suyas
sin permisos ni conjeturas
porque la libertad de amar
siempre es solo una.
Y lo único que se logra
en este romance de aventura
es recibir el premio
de prolongar más la vida.
Daniel Valdman.
