miércoles, 17 de mayo de 2017

Alumno

Me haz enseñado
a valorar mi cuerpo
porque necesito mis manos
para acariciarte.
Mis ojos
para fundirme en tu mirada.
La piel,
para sentir tus caricias.
Los labios
para deleitarme en tus besos.
No te imaginas
lo que me haz enseñado
porque ahora valoro mi corazón
para sentirte tanto.
Y a pesar que está en el cuerpo
no es un órgano diferenciado,
como valoro mi alma,
porque con ella
te sigo amando.
Daniel Valdman