tus caricias arrullan mi alma.
Someten a mis angustias
y me hacen ver
un mundo distinto.
Y lo veo en tus ojos,
tan llenos de cariño
y no es más lo que ansío
que quedarme a vivir
entre tus brazos.
Cuanto amor hay
entre nuestros espíritus.
Cuanto calor, cuanta ternura
que sin querer nos deseamos
y nos deseamos mucho
hasta que se fundan las almas
por puro sentimiento.