El día llega a su ocaso
y vuelvo al nido
para encontrarme con tu abrazo
y un beso profundo
diciéndome
que me estabas esperando.
El calor de tus ojos
entibia mi alma
tras una larga jornada
de quehaceres en el campo.
Y te amo, y te amo
porque eres la razón de mi labranza,
el motivo de volver a casa
y mi único pensamiento.
Y es tan grande este sentimiento
que estalla en mi pecho
para solo decirte
que te amo y te amo.