domingo, 12 de noviembre de 2023

Campo

Solo una estrella
dejaron ver las tinieblas
salpicando con su rocío
al vestir las plantas de brillo
augurando buena cosecha.
Cuanto amor regala la Naturaleza
alimentando así a la tierra
para que no le falte a nadie.
Sin embargo, en las ciudades,
se notan las miserias
de los que fueron a buscar 
nuevas metas
y no encontraron posibilidades.
Las carreras atropellan.
El devenir muy intenso,
se va acabando el dinero
que en el campo no hacía falta
y ya no hay para el arriendo,
y mucho menos para el alimento
que antes la tierra lo entregaba
sin mayores esfuerzos
mas que con trabajarla
arando, sembrando, cultivarla
y recoger los frutos que nos daba.
Es tan simple la vida
que quizás su rutina
no nos alcanza.
Pero ya, con la cabeza encanecida,
las manos y la cara
por los fríos y los soles curtidas
vemos que en el último sendero
que tenemos a nuestro paso,
y llevando el tiempo
cargando a nuestra espalda,
hemos tenido una vida grata
sin que nunca haya faltado la comida.
Daniel Valdman.