y seguimos abrazados.
Tenemos ansias de decirnos
cuánto nos necesitamos.
No podemos separarnos
porque las almas están unidas
y las palabras son caricias
que quieren tomar el corazón.
El acto de amor recién comienza.
Cuando te miro agitada y satisfecha
mientras te beso y abrazo
agradeciéndote tu entrega.
Y la mirada se desliza
en las contorsiones de tu cuerpo
admirando la belleza que me regalas
y me aprietas como niño a tus pechos
para poder seguir sintiendo
este amor que no se acaba.
Vive en tu sonrisa,
brilla en tu mirada
y ya, con el alma calmada
de la pasión y lujuria,
puedo decirte con razón
que tu eres mi amada
