domingo, 25 de diciembre de 2022

Triste

Raudo el sol brilla
en una falsa primavera.
Por la tarde caerá tormenta
anegando los campos
porque los poros de la tierra
ya no resisten tanto.
Cubiertos los pastizales
no encuentran los animales
de dónde alimentarse
y me parte el alma
no poder ayudarles.
Ya escasea la siena 
en los corrales
ni tampoco hay leña seca
para poder calentarse
ni siquiera nuestro propio alimento.
Uno mira al cielo
y sabe que el próximo verano
volverán a secarse los campos
y que no habrá mucho tiempo
para recoger la cosecha
de lo poco que se ha sembrado
tras tan duras tormentas.
El hambre está al acecho.
En la ciudad comerán concentrados
mientras que aquí, nosotros en el campo
estaremos a la voluntad de la naturaleza.
Me duelen los animales,
los árboles frutales
y toda la siembra que se ha quedado
en tierras inundadas o secas
sin encontrar supervivencia
a pesar de todo el amor
que le hemos dado.
No me gusta hablar del futuro, 
pero es irremediable.
Daniel Valdman.