domingo, 23 de octubre de 2022

Madrugando

El segundo café de la mañana
en un Domingo de madrugada.
El cuerpo que despierta
al ya no soportar la cama
para sentarse frente a la hoja blanca
que espera le dibuje palabras
buscadas en la conciencia y en el alma.
Resolver los remolinos del pensamiento
trayendo historias de recuerdos
de cuanto quise y de cuanto quiero,
así como se llena de cicatrices el rostro
porque inexorable el tiempo
va dejando su huella frente al espejo
y va cambiando de por si las ansiedades.
Ya son otras las necesidades,
hasta el vestuario ha cambiado.
Quedaron atrás los vaqueros apretados
y esos zapatos raros
hoy imposibles de calzarlos.
Las tallas son distintas,
fieles testigos de fiestas en la comida
y el esfuerzo que se realiza
para que vuelvan a tener la medida
sin tener que cambiar de lugar los botones.
Y tu me amas así
con el cabello canoso perdido,
con los kilos que he adquirido,
con mis perfumes y olores.
Con mis rabietas e ilusiones
que por suerte compartimos
y con el calor de las caricias
que nos curan de todos los males.
Sentado frente a la hoja en blanco
solo pienso en ti
y en sentir cuanto te amo.
Daniel Valdman.