Me llevaré de ti
nada que no corresponda.
El perfume que respiro,
el aliento que saboreo,
la suavidad que me enternece,
la mirada que me transporta.
También las caricias delicadas
y los besos apasionados.
Pero sobre todo me llevaré
el universo de los sueños
que tuvimos en las praderas,
cuando iluminaba tu rostro
los rayos de luna llena
y recordábamos juntos
baladas perdidas en la nostalgia.
Me llevaré cada uno de tus silencios
porque con pena, te sentías agraciada
y cuando te abrazaba,
escondías la cara en mi pecho.
Me llevaré todo eso,
porque nuestro amor es eterno.