busca tu presencia
para que la ampares del frío
de este invierno que la acecha.
Tiene los brazos extendidos,
la súplica latente,
la caricia incipiente
hasta lograr tu encuentro
para atraparte entre los besos
en labios por ti sedientos.
Ansía la suavidad de tu palabra,
la calidez de tu mirada
y la sensación infinita
cuando tu cuerpo
se funde con el mío.
El alma está inquieta
porque sin ti,
nunca estará completa.
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