martes, 21 de junio de 2016

Lo mejor

Aprendimos tanto a amarnos
que ya somos una necesidad,
imposibles de abandonarnos
para quizás, poder regresar.
No nos soltamos,
seguimos amarrados
por sentimientos, por los brazos
o por invisibles lazos
metidos en la ansiedad.
Somos amantes eternos,
sin distancias, sin tiempos
con sed y hambre permanente
de nuestras almas, 
de nuestros cuerpos
y de esas miradas
que sin ninguna palabra
lo expresan todo.
Y así, es difícil vivir
lo común de lo cotidiano,
porque todo el día voy pensando
en el instante de nuestro encuentro
y sigo afanando las agujas del tiempo
para que llegue la hora
donde compartimos nuestros sueños.
Si, es difícil vivir así
y es lo mejor que me ha pasado.
Daniel Valdman