jueves, 25 de junio de 2015

Un instante

Estuvimos muy cerca,
se rozaban las almas
y en las miradas intensas
se delataban las ansias.
Quiso mi mano tocar la tuya
y un leve espasmo
de vergüenza y tortura,
la dejó quieta, inmóvil,
fabricando locuras.
Solo tuvimos ese instante,
cargado de temores y tormentos
por no saber si al hacerlo
romperíamos la historia.
Y sin preguntarnos siquiera
nos juntamos en un beso
y desde ese momento,
en vida conocimos la gloria.
Gracias por ese instante
porque desde allí en adelante,
puedo amarte eternamente. 


Daniel Valdman