lunes, 27 de febrero de 2017

Entereza

Mis brazos de ti
no quieren desprenderse,
ni el cuerpo desea
abandonar el tuyo.
Inútil es renunciar
al calor tan sublime
que producen las caricias
en el acto mas puro.
No tienen los sentimientos
otra manera de expresarse,
de tal forma entregarse
que se sienten las almas.
Dejamos de ser carne,
dejamos de ser llamas
para ser espíritus navegantes
en los mares del amor.
Y ya fuera de la pasión
que la naturaleza crea,
puedo decirte que te amo
con toda mi fuerza,
con toda mi entereza.
Daniel Valdman