tiñendo el cielo
de naranja casi morado.
El espectáculo por la ventana
hacía de mi su particular testigo.
Y bailaban asombrados los recuerdos
de sucesos creídos olvidados
cuando tomados de la mano
recorríamos los parques
pateando hojas de otoño,
mientras crujían a nuestro paso.
Y se nos vino el tiempo encima
que ya el invierno
se posa en nuestra figura
y la primavera de los años
solamente se vislumbra
tras el espectáculo de la ventana,
entre recuerdos y nostalgias
mientras el cielo se va tiñendo
de un azul a un naranja.
Daniel Valdman.