nos hace más sabios
y menos frescos.
Ya no importa llegar primero
y lo que no está a nuestro alcance,
no es necesario poseerlo.
Y veo el amor en tu mirada
y con eso ya me alcanza
para continuar la vida.
Los sueños han cambiado
ansiando solo paz
y tranquilidad en nuestros días,
mientras tus manos calman
la inquietud de mi espíritu
queriendo detener el instante,
justo en el preciso momento
en que las almas se unen
en el más profundo de los besos.
Y con ello, para vivir,
ya tengo bastante.
