en minúsculas gotas
que se transforman sobre las hojas
en perlas de diamantes.
Quédate en el lecho,
aún no te levantes
que el cielo está cubierto
y el Sol no lo invade
mientras penetra el frío
por las rendijas
sin que pueda evitarlo.
Te llevaré un te caliente
mientras no sueltas las cobijas
y una tostada caliente
para alimentar tu día
y también una caricia
para que no te destapes.
Tendrás mi cariño
en la oscura mañana
que este Domingo nos depara
con el desayuno en la cama,
muchos sueños tras la ventana
y un clima que nos castiga.
Día de descanso,
aprieta bien las mantas
que quizás el Sol no salga
y siga cayendo el rocío.
Daniel Valdman.