martes, 4 de agosto de 2015

Cielo

Puedo amarte sin tocarte
pero la pasión iracunda
querrá acariciarte.
Sentir tu piel en la mía
y penetrar en tu cuerpo
sin pretender que sea sexo,
solo estará buscando tu espíritu,
que es lo más cercano a lo divino
que la naturaleza ha formado.
Puedo amarte sin tocarte
pero las ansias de tenerte
no se quedarán quietas.
Bullirán en la sangre,
y el esfuerzo de reprimirlas,
posiblemente, me harán mas salvaje.
Pero mas te amo al abrazarte
porque compartimos el sentimiento,
sintiendo tu latir inmenso
y tu suspiro incontrolable.
Y es así que al amarte,
ambos subimos al cielo.
Daniel Valdman