entre mis brazos vacíos,
entre los besos que nos debemos,
entre las caricias que no nos dimos.
Te busco entre los campos y sembradíos,
entre los jardines florecidos
pidiéndole a las mariposas
que me ayuden a encontrarte.
Es tanto el desespero por hallarte
que le pido a los mares
que te envíen mi mensaje.
También le ruego a los cielos,
a cada estrella del Universo
y a cada brizna del aire
que mi espíritu está lleno
de esperanzas para darte,
de besos intensos,
de miradas profundas,
de caricias interminables.
Y a pesar que no te encuentra nadie,
mi alma no se resiste,
no se da por vencida
y te sigue buscando
contra todas las adversidades
porque te amo.