Estuve frente al espejo mirando el tiempo. Cuantas historias, cuantos recuerdos. Cómo fue dejando su huella, cómo he cambiado. Pero aún estoy aquí y en el reflejo, te veo a mi lado. Cuánto juntos hemos vivido y aún, nos seguimos amando.
Ruge el viento. estallan los truenos y los rayos iluminan las sombras de la tormenta. Tienes miedo, mis brazos te aprietan y la caricia tierna calma tus angustias. No es nada amor, solo la lluvia que pasará en algún momento mientras nosotros estaremos al amparo del sentimiento. Déjate cobijar por mi cuerpo y si esto no te alcanza, utiliza mi alma como mejor amparo. Y así, con el corazón abierto pasaremos las tempestades. Tu, acurrucada en mi pecho y yo, llenándote de cariño.
Nos sentamos frente a frente, pedimos dos cafés. Nos miramos circunstancialmente mientras traen el pedido y una vez servido, estiramos los brazos para tomarnos las manos e intensamente nos miramos sin mediar palabra. Es tan intenso lo que sentimos que supera las caricias que hace un rato nos dimos entregando los cuerpos a las almas. Y te amo y me amas con un amor profundo, como si quisieran juntarse los pechos y hacer de nosotros uno. Los cafés se enfrían y nosotros, nos seguimos amando.
Estás en mi. En cada suspiro que exhalas. En cada gemido que se te escapa. En cada grito que te robo. Estás en mi en cada caricia que me queda grabada. En cada beso que muerde mis labios. En cada pensamiento cuando me extrañas. Estoy en ti cuando no hago más que pensarte. Cuando te imagino a mi lado. Cuando me sonrío solo por las calles. Cuando quiero compartir mi jornada. Estoy en ti cuando extiendo la mano buscando la tuya. Cuando miro al cielo y te sueño. Cuando ansío mirarte a los ojos para decirte que te quiero. Estás en mi, estoy en ti porque así es el amor.
Siento tus caricias recorrerme el cuerpo y la felicidad de amarnos rebosa los sentimientos. Crecen las ansias de poseernos queriendo entregar todo lo que palpita en los pechos. Las almas danzan encima nuestro sin palabras, en silencio mientras las caricias y los besos llenan todo el espacio. Cuánto amor en tu mirada. Cuántas ansias en mis brazos de quererte apretar fuerte como para meterte dentro de este espíritu inquieto por tanto que te ama.
Miro al cielo y te pienso. Cuántos sueños por realizar !! Cuántos deseos esperando !! Y mirando el paisaje celestial estiro la mano para cogerte. Como para tenerte más cerca de mi de lo que alcanzan los anhelos. Ay mi vida, cuánto es lo que te quiero que le pido al firmamento entero que te ponga en mis brazos y así poder amarnos con este tan grande sentimiento. Porque te ansío, te deseo y te amo como jamás he amado en toda mi historia.
En la nave de los sueños te busco navegando por el mar de sentimientos. Va cargada mi barca con un sin fin de caricias y de besos. De palabras de amor, del trino de las aves y de jardines flotantes para que estén contigo donde quiera que pases. Llevo el calor del alma y el corazón palpitante y todo esto no es para entregarte sino, para que te subas a mi barca.
Vuelan las caricias por tu espalda y la mía creando el calor que abrigue los espíritus ansiosos de amor, de paz, de cariño mientras no se cansan los labios de besarse en silencio. Y me amas y te amo y el huracán de sentimiento invade nuestros cuerpos y no alcanzan los te quiero ni los te amo. Solo las palmas de las manos entregando sus caricias son las que nos incitan a que se abran las almas. Y el amor ya no está en la piel, vuela hacia lo infinito.
Encendido el hogar en la cabaña defiende el calor ante el crudo invierno. Pero mucho más lo defiende nuestro sentimiento al cruzar cada instante nuestras miradas. Compartir los quehaceres, rozar nuestras ansias, compartir los silencios o llenarnos de palabras. Sentir tu presencia llenar todo el universo que para mi es este, tu, en esta casa.
Amanezco y permanece tu imagen en la mente tras haberte tenido en los sueños. Me preguntan los brazos por qué están vacíos y las manos qué hacer con tantas caricias. Por qué el sueño no es real y el resto, fantasía. Y la angustia en el pecho llora tu ausencia. Oír tu voz, sentir tu mirada y naufragar en sentimientos que crecen en la distancia. Hoy, el amor duele de tanto que te amo.
Traen los recuerdos el pasado de juventudes que el tiempo fue borrando descubriendo sentimientos casi olvidados. Y me los traen porque hoy así te siento, con la frescura y candidez que tenía en esos tiempos, con el alma en flor, con el corazón abierto y la magia de la fantasía de tenerte entre mis brazos. Regalarte los te amo con la mayor sinceridad del mundo porque no nacen de mi boca sino de mi espíritu y quererte así es maravilloso.
De pie, vestidos frente a frente. Metro y medio separa nuestros cuerpos y mirándonos a los ojos, nos vemos desnudos. Los espíritus recorren todos los sentimientos y una oleada de calor nos funde en un abrazo. No hay palabras ni suspiros. Solo besos apasionados y un sin fin de caricias que van quitando las ropas. La ansiedad necesita la piel. Las almas, ya están desnudas.
Te amo, con un sentimiento profundo traído desde mil vidas. Como si te quisiese desde lo eterno, desde antes que exista el Sol. Te quiero como si juntos hubiéramos inventado el amor mucho antes que el Universo. Desde antes, desde siempre. Y este amor tan intenso, mucho más grande que las estrellas, hace presión en mi pecho y necesito escribir estos versos para desahogar el espíritu. Y es que te amo de tal manera que siento volar mi alma abrazada a la tuya.
Estuve esperando esta mañana. Por la noche, desde temprano, la estuve aguardando para decirle a mi amada cuánto es que la amo. Tantas horas desvelado en los versos imaginando como son los abrazos en la distancia, cómo son sus besos en mis labios ansiosos y sus caricias en mi piel desesperada. Estuve aguardando que llegue esta mañana como aguardé la de ayer, la de siempre, para contarle cuánto la extraño.
Intensos nubarrones cubren todo el cielo. Mi espíritu guerrero se enciende en cada rayo y estalla en cada trueno. Tengo el poder de la conciencia y del sentimiento y soy capaz de amar y luchar por lo que siento. Voy con el corazón abierto curtido y sensible por tanto haber amado y el alma en la mano dispuesta a la caricia. Soy guerrero del amor y eso, nadie me lo quita. Y tu, princesa de aventuras, de mi inspiración, eres la musa que me incita a estas batallas que con la pluma, el corazón y las palabras me llevas a que te ame como no he amado nunca.
Cuántas veces por ir tras sueños hemos perdido realidades. Quizás así fue mi vida, ser el Quijote luchando contra vientos que movían los molinos de mis pensamientos. Creando fantasmas, reviviendo ángeles. Haciendo del amor un rito milagroso. Y llegaste tu para compartir mis sueños poniendo las caricias para tranquilizar mi alma y la palabra justa que calme mis ansiedades. Y vi que la realidad está en tus ojos, en tu mirada. Que a la vez, es un sueño prodigioso con el que he soñado toda la vida.
No duele la distancia si vas dentro de mi. Porque llevándote en mi sentimiento me haces sonreírme solo sencillamente con tu recuerdo reviviendo cada gesto o mohines de tu rostro. Sigo sintiendo tus caricias y aún me hundo en tus ojos y sin que sea melancolía, me hace feliz la vida cada momento que pasamos juntos. Te amo y estás conmigo sin importar la lejanía aunque tengamos separados los cuerpos, pero unidas las almas.
Los vientos de otoño van cambiando los colores y también las sensaciones que estremecían en primaveras. Vamos cambiando con las estaciones que nos regalan experiencia y el tiempo, en carrera implacable, va cambiando nuestra energía y fuerza por mayor sabiduría. Ya somos más honestos en nuestros propios juicios. Dejamos de ser los héroes en innumerables ansiedades y sueños y aceptamos como verídico reflejo lo que se nos pone de frente en el espejo. Si, es el poder del otoño acercándonos otro paso al invierno. Y así, con los años que llevo puestos, tras tantas estaciones vividas, te sigo amando como un joven, con las mismas ilusiones para decirte que te quiero.
Cae el rocío sobre las flores aún dormidas como un manto de caricias para generar la vida. Trata de cobijarte mi cariño ante las inclemencias rodeándote de comprensión, silencios y caricias. Porque al amor hay que regarlo todos los días y no importa que sea invierno o primavera. La hora de amar es esta y te abro el alma para que te metas en ella y encuentres las respuestas que tu espíritu ansía. Toma mi mano, aferrarte a ella. Regálame tu sonrisa que junto a mis caricias haremos una vida nueva.
La nube de los sueños marca el rumbo de nuestros sentimientos. Me amas, te amo y las fantasías vuelan en futuros no lejanos. Se entrelazan nuestros brazos. Fluyen los besos desesperados y la ansiedad de amarnos es lo único que reina. Eres parte de mi cuerpo, eres el total de mi alma. Y así, entre caricias y palabras me regalas tus te quiero y yo te doy mi adorada. Qué bello amor es el nuestro, el de la madurez y la calma.
Toma mi mano, volemos !! Las fantasías están a nuestro alcance. Pateemos las hojas de otoño que se acumulan en los parques y naveguemos por las nubes montados en los columpios. Ven, toma mi mano, regálame un beso que te lo devolveré en un abrazo, el de los más tiernos y sigamos sonriendo buscando otras travesuras. Brinquemos en las esquinas haciendo rayuela con la cebra y juguemos con las sombras a las escondidas. Ven, toma mi mano y seamos más locos que la vida.
Amarradas a mi piel quedan tus caricias y el aroma del amor flota en el ambiente. Y persiste la sensación de tenerte aunque hace ya tiempo que te has ido. No se convence mi conciencia. Mis manos aún te acarician y el sonido de tu voz todavía retumba en lo más profundo de mi sentimiento. Cada vez que dices "Te amo, te quiero" estalla mi pecho al saberme el elegido. Y no me alcanza con decirte lo mismo porque a tu lado, me siento en el cielo.
El palpitar en mi pecho pronuncia tu nombre y se apoderan los sueños de fantásticas escenas donde a mis brazos te entregas con todo cariño y ternura. Te hago mía en el ensueño y en la realidad yo soy tuyo. Y así, entre realidades y sueños te tengo un amor nunca existido. Vuelan las caricias, te atrapo en cada beso y cada suspiro que exhalas es otro grito de te amo que libera mi espíritu. Cómo quisiera tenerte como te tengo en mis sueños.
No me alcanza un te amo. No representan las palabras lo que estalla en mi pecho cada vez que te nombro o que te pienso. La enciclopedia de la vida no inventó todavía la expresión a tanto sentimiento. Tampoco me alcanzan las caricias, ni tampoco los besos, ni la ternura en la mirada para contarte esta locura insana que llevo encima por como te siento. Es tanto y tanto y tanto que no me cabe ni en el espíritu ni en el alma. Y llevo feliz esta carga de no saber cómo nombrarlo que al final solo me queda decirte que te amo
El silencio de tu voz me cuenta los sentimientos que bullen en tu alma y que te llenan el pecho. Las caricias que te doy te dicen lo que yo siento forjando el nuevo mundo que vemos cruzando nuestras miradas. Y no hay belleza más clara que el brillo de tus ojos con tanta ternura, con tantas ansias de abandonarte a mis brazos y sentirte amada. Y te amo, y te amo, con toda el alma.
No me alcanza el tiempo para amarte. La vida pasa muy pronto y es mucho lo que tengo para darte. Tantas caricias, tantos besos. Tantos te quiero y cuántos te amo. Compartir tantos sueños, tantos cafés, tantas miradas. Cuántos momentos, infinidad de palabras y multitudes de silencios. Disfrutar tantos suspiros, tantos gemidos y tantas esperanzas. Es cierto, el tiempo no me alcanza y tendré que llevar este sentimiento al otro lado, a la eternidad
Amanece. El cielo escribe tu nombre y mi ansiedad te reclama. Cuánto pesa la distancia con la mujer amada !!!! El sentimiento golpea queriendo acercarla y tenerla entre los brazos para besarla, acariciarla. o simplemente con los ojos amarse en la mirada. Decirle tantas cosas o no decirle nada dejando que el silencio guarde todas las palabras permitiendo al sentimiento que bañe las dos almas. Para eso sirve la distancia, para mostrarme cuánto te extraño.
Siento tu latir en mi pecho, tu gemir en mi sexo y tu cariño en el alma. No les alcanzan a los cuerpos el sentir de las palabras y necesitan del amor entregado entre besos, entre caricias, en el deseo. Es tanto el sentimiento que nos adueñamos del universo en cada gemido, en cada suspiro y en cada te quiero ahogado por la desesperación. Y nos amamos con los cuerpos entregando las almas porque ya no hay otra manera de darlo todo.
En los mares del sentimiento va buscando mi barca los brazos de su destino que seguro los tienes abiertos esperando mi arribo. A veces la marea no ayuda, las olas se levantan. A veces las tormentas se desatan poniéndole a mi barca mucho más ahínco. Otras veces el mar está en calma logrando que mi esperanza esté más próxima a lograrlo. Se que llegaré a tus brazos porque tu amor me aguarda.
Quiso el destino que te tenga entre mis brazos y cuando no te tengo es mucho lo que te extraño. Mi alma te ansía, mi espíritu enloquece con una locura que antes no conocía. Ya no se que es realidad o que es fantasía porque la mente divaga en profundos sentimientos que se adueñan de mi cuerpo y también de mi conciencia. Mis manos se extienden para querer abrazarte y los labios por un beso desesperan. Es tan grande lo que te quiero que no puedo vivir sin tenerte.