En una curva de la vida me tropecé con una zancadilla que el golpe recibido, no me dejará escribir por varios días. Aquí les dejo a su cuidado, más de dos mil quinientos trazos, pinceladas de sentimientos, para que los puedan recorrer aunque quizás los hayan leído y hoy los tengan en su recuerdo. Me despido por unos días y les mando a cada uno un fuerte abrazo y un sentido beso. Daniel Valdman