miércoles, 9 de septiembre de 2015

Conquista


Nuestro vestido de gala
es sin ropas
pues las caricias 
no entienden de telas
y las manos se quedan sin el placer
de sentir la suavidad de los cuerpos.
Los besos necesitan la piel
y el gusto penetra hasta el alma.
La mirada, cómplice del deseo,
necesita recorrerte toda
para reconocer
que punto no fue conquistado
y así, enamorarte otra vez,
poro a poro, beso a beso,
compartiendo la lujuria,
entregando todos los sentimientos.
Hacernos aves en el espacio
volando por miles de  fantasías
convirtiéndonos en espíritus
confundidos en el abrazo
que solo el amor puede darnos
creando la eternidad del momento

Daniel Valdman