jueves, 8 de septiembre de 2022

Afanes

Raudo y firme el tiempo pasa
sin detener su marcha,
sin nunca volver al pasado
por más que los recuerdos
quisieran atraparlo,
lo que fue, ha sido
sin poder remediarlo.
Se van los minutos y las horas
como arena en las manos
y por más que tratemos
de clavar las hojas del calendario
el Sol se esconde y aparece
diciéndonos que ya es otro día.
Y así se nos pasa la vida
corriendo tras innumerables metas
porque no tenemos tiempo
y la fecha se nos acerca
de que no tengamos las fuerzas
para alcanzar nuestros sueños.
Y quizás, justamente por ello,
núnca debemos dejar de ser niños
manteniendo los sueños vivos
aunque no sean realizables
porque soñar no cuesta nada
y es jardín para el espíritu.
Y los sueños, no necesitan tiempo
porque el tiempo, viene solo.
Daniel Valdman.