sábado, 24 de octubre de 2020

Playa



Tuve un sueño
tan hermoso y alucinante
que no quería despertarme
aunque la hora avanzaba.
Caminábamos juntos por la playa
dejando las huellas marcadas
en la húmeda arena
mientras el cielo nos acompañaba
con el resplandor de la tarde.
Mil colores en el firmamento
con tu mano en la mía
en un mutuo silencio
y una sensación de paz y alegría
que en el instante no cabía
ni una caricia, ni un beso,
solo el paisaje entre el mar y el cielo
y el sentir estar flotando
en un mundo muy nuestro.
Y al despertar, vi tu rostro
compartiendo la misma almohada,
y te vi tan suave y delicada
al descanso abandonada
que creí que soñabas
quizás el mismo sueño.
Daniel Valdman