lunes, 2 de julio de 2018

Vida

Será azul la mirada
confundiéndose con los cielos
o como un mar de ansiedades
deseando entregarse en un beso.
Las manos serán de terciopelo
acariciando la piel con anhelo
de que en cada roce
estén más cerca del alma.
Y se iniciará la danza de los cuerpos
dejando que sobren las palabras
pues el silencio de los labios
ocupará todo el espacio
sumidos en la pasión más sincera.
Y estará el amor de por medio,
ese mismo amor que nunca acaba.
Daniel Valdman