Tienen afán de llevar mi cariño
que los puse en sus soplidos
para que lleguen a tu alma.
Golpearán las puertas,
entrarán por las ventanas
y no habrá resquicio
por donde mi sentimiento no entre.
Se moverán las cortinas,
se sacudirán los tapetes.
Se adueñarán de las paredes
buscándote hasta que te encuentren.
Y en ese momento,
cuando se aquieten,
sabrás que eres
la mujer más amada.