viernes, 13 de agosto de 2021

Huerta

Cae el rocío en la huerta
dejando a las plantas
moteadas de diamantes.
Cada gota es vida
que devuelve en los frutos
el regalo que recibe
de la naturaleza.
Así es nuestro cariño
que al rociarlo con caricias
crea un sentimiento profundo
que en vez de aferrarse a la tierra
se asienta en las almas.
Y ahora, al mirar la huerta,
viendo los frutos que deben recogerse,
pienso en ti amada mía
y en los años que le hemos puesto
a este maravilloso romance
quitando las piedras del destino,
abonando con cariño cada instante
y apretándonos en un abrazo
cada vez que la angustia nos ataca.
Y los frutos están
en el brillo de tu mirada,
en tu sonrisa enamorada
y en mi pasión por complacerte.
Y así como en la huerta
nuestro amor se llena de diamantes.
Daniel Valdman