de traerte a mi memoria
con cada palabra,
con cada gesto
que robé mientras te miraba.
Las manos en sus movimientos
acompañando lo que contabas.
La expresión de la cara
acentuando la realidad de la historia.
Y te extraño.
Mi piel te llama
porque aún le hace falta
las caricias que quedaron pendientes
y a mi alma también le hace falta
la felicidad de tu presencia.
Y al así extrañarte
de alguna manera
te envío el mensaje
diciéndote cuanto te amo.