en un día poderoso,
porque todo es posible
aún lo que no invento.
Fluye la energía
por todos los poros
y me empujan al movimiento
para no perder el momento
con estas ánsias de vida.
Las flores no están caídas
brillando con su rocío
en el jardín que es tan mío
como la propia naturaleza.
Me siento parte de ella
aunque mis piés esten en el piso
dándome la razón del por qué existo
para disfrutar este día sin nieblas.
Se escaparon las tinieblas,
todo está limpio y tranquilo.
Las aves en sus nidos
trayendo el alimento
mientras la cola de mi perro
se mueve con alegría.
Qué feliz es la vida
y al contagiarme de ella
veo que nada es imposible.
Daniel Valdman.