sábado, 31 de marzo de 2018

Lenguaje

El idioma de las caricias
no tiene puntos ni comas.
Ni reglas ni normas
que necesiten corrección.
Es natural, diáfano,
espontáneo y sincero.
Sensible siempre 
y con distintos sabores.
A veces calma, tranquiliza.
Otras conmueve y excita
y otras muchas
entregan todo el amor.
Y por ello,
acudo a los silencios
mientras mis manos te hablan
recorriendo tu espalda
o quizás, todo tu cuerpo.
O encierran tu rostro en las palmas
y dejan que los ojos
te digan lo que siento.
El idioma de las caricias
no tiene doble sentido
y es mi mejor manera
de decirte que te quiero.
Daniel Valdman