mientras te escribo.
La ansiedad de tenerte
puede más que la hoja en blanco
que en su palidez está esperando
que vuelque todo mi sentimiento.
Y lo que tengo es tanto y tanto
que no alcanzan estos pobres versos
que ni siquiera los pienso
porque mientras escribo,
te estoy amando.
Y recorro tu cuerpo
llenándolo de besos.
Las caricias en tus cabellos
y el abrazo que me regalas.
Vibra mi piel,
se estremece el alma.
Y si me quedo en tus ojos,
radiantes, puros, maravillosos
se me deshace la pluma
de tanto cariño.
Y como ves,
no me alcanza la hoja en blanco
para escribirte y contarte
cuanto es lo que te amo.