se ansían esperanzas.
Cada espíritu se compromete
a mejorar el mañana
en el año que se viene.
Llegar más cerca de los logros,
cumplir las promesas dadas.
Desear que los sueños se realicen
y sobre todo,
que haya paz en las almas.
Todo junto para una fecha,
la última hoja del calendario
cuando el cielo se llena de promesas
de las anteriores y de las nuevas.
De tanto que se ha pedido
parecen caerse las estrellas
mientras las copas de vino
se llenan en todas las mesas
brindando por el nuevo año,
olvidando lo que se ha pasado
o quizás celebrando
lo que se haya conseguido.
Feliz año para todos
aunque solo sea
la nueva hoja de un calendario.
Daniel Valdman.