domingo, 5 de febrero de 2023

Sopita



No lo vi muchas veces,
le decían "Sopita"
pues sentado solo 
un caldo pedía
y con todo lo que había
en el dispensador de la mesa
condimentaba ese plato de agua
que era su única comida.
Sal, vinagre, pimienta,
Con el apodo
perdió su nombre
y realmente nadie lo conocía.
Casi no hablaba, 
solo gesticulaba
afirmando o negando
según fuera la respuesta.
Yo era un niño
a quien mi papá llevaba
a ese café de la esquina
donde a la baraja se jugaba
y era más que nada
un salón de tertulia.
Y allí lo vi a Sopita
delgado como ninguno
y vaya a saberse por qué motivo
hoy me viene a la memoria.
Quizás porque sea el único 
que de él se acuerda.
Daniel Valdman.