lunes, 26 de febrero de 2018

Libertad

Vuelan las caricias
sobre los cuerpos.
Los te quiero callados
se pronuncian en cada beso
y las ansias de poseerse
van creciendo entre el romance.
No alcanzan las manos en las pieles,
ni los labios recorriendo cada rostro.
Las almas desesperan
por salirse de los cuerpos
para hacer su danza etérea
y confundirse en el universo.
Y eso, es amor.
Daniel Valdman