martes, 6 de septiembre de 2022

Libertad

El camino está desierto,
nadie lo transita
y a la aventura me incita
de querer recorrerlo.
No tengo destino ni arraigo,
nada me encadena
y mis botas, que no son nuevas
espero que soporten mi locura.
No hay destino, ni siquiera una meta,
solo lanzarme al camino
sin importar a donde me lleva
descubriendo los paisajes
a cada paso de este viaje
que la inmensidad me regala.
Sin apremios, sin pausas,
disfrutando las estrellas
en las noches que me aguardan
o gozándome el Sol
que durante el día me acompaña.
He de iniciar la marcha
sorprendiéndome con la mirada
y el placer de los perfumes
llenando así los pulmones
hasta que se sacíe el alma.
He de emprender la marcha
por el camino de la vida.
Daniel Valdman