domingo, 18 de enero de 2015

Tesoro

Nubes mágicas de colores
tiñen entre caricias nuestro lecho
haciendo del espacio el paraíso
florecido por la intensidad de los besos.
Y se estremecen los cuerpos,
y palpitan los corazones.
No alcanzan las posiciones
para abarcar todo el sentimiento.
Y de repente, en tu rostro veo
el mas dulce cuadro de amor
que jamás ningún pintor
pudo haberlo creado.
Y de eso es que estoy enamorado,
de la hermosa alma que alberga tu cuerpo.
Daniel Valdman