hace pensar en un gran día
pero lo que más ilumina
es la sonrisa que me regalas
llenándome de esperanzas
de disfrutar más la vida.
Te invito a la ventana
para ver los campos florecidos
aún bañados del rocío
llenando de perlas las ramas.
Y abrazándote con cariño,
disfrutando ambos el paisaje
compartimos los mismos sueños
sin decir ninguna palabra.
Que silencio hermoso,
por los trinos solo roto
de las aves que nos acompañan
que también estarán disfrutando
lo que nosotros sentimos tras la ventana
agradeciendoles a los cielos
el maravilloso día que nos regalan.
Y rompemos la quietud con un beso,
eso beso que nos dice
simplemente gracias.
Daniel Valdman.