viernes, 23 de enero de 2015

Fronteras

Recibí algo tan bello por su elegancia, estilo,
sobriedad y calidad, que deseo compartirlo 
desde este lugar, creado también para el arte.
Es una demostración de que lo bueno 
no tiene raza ni credo; color o apariencia.
El deporte como el arte rompen las fronteras
diseñadas para dividir y junta a la humanidad
en nobles sentidos de sensibilidad.
Daniel Valdman