porque en algún momento
pusiste la mano en mi hombro
como diciendo tranquilo, no estás solo.
Porque en algún instante
me acompañaste en el silencio
y compartimos complacidos ese gozo.
Porque tus consejos
resonaron en mi conciencia
corrigiendo caminos quizás equivocados.
Porque aunque nadie te ve,
yo se que existes
porque tu me permitiste
que mi amor sea mas profundo.
Y así entregárselo al mundo
cumpliendo la misión que me diste.
Daniel Valdman