mi poder sobre ella.
Mirar tu rostro,
hundirme en tus ojos
y el alma se desespera
por juntar nuestros labios.
Se eriza el cuerpo,
me tiemblan las manos
tratando de contener
lo que evito por respeto
pero la angustia de no hacerlo
se debate en mi como una guerra.
Necesito tomar tus manos.
Necesito acercar mi cara
ante la mesa que nos separa
en este café tan concurrido.
No me importa la gente.
El amor es mucho más fuerte
que todos los sentidos
y el beso que tengo teme
que no sea concentido
mientras tiritan mis huesos,
mis músculos, el cerebro
por tenerte entre mis brazos
y amarte eternamente.
Daniel Valdman.
