viernes, 10 de septiembre de 2021

A mi perra Buky

Me dio un beso
porque le di una caricia.
Y si no se la hubiera dado
también me hubiera besado
porque ese es su sentimiento.
Vive regalando alegría
y en momentos de mis angustias
recuesta su cabeza en mis piernas
haciendo notar su presencia
diciéndome que no estoy solo,
que todo pasa, que el mañana llega.
No me pide grandes atenciones
porque de mi no se separa.
Y si por esas cosas del destino
de su atención me olvido,
me recuerda con un ladrido
que debo llevarla al parque,
a gastar sus energías,
a correr tras las aves
o a olfatear los mensajes
que sus pretendientes le dejan.
Es tanto el amor que me regala
que sin pretender nada
solo busca mi cariño,
en una caricia o en una palabra.
Si los cielos supieran
cuanto es que la amo
le darían más tiempo de vida
porque es mucho lo que me hace falta.
Daniel Valdman