Vendrá

Un día acabará la guerra
y te pediré que vuelvas
de donde estés refugiada.
Encontrarás la ciudad arrasada
y los campos destruidos
por las huellas de los tanques
y los huecos de las bombas.

Caerá la lágrima de la impotencia

y los sueños se verán abrumados

pero con cariño tomaré tu mano

y te diré que comenzaremos de nuevo.

Porque este es nuestro suelo 

que lo amamos tanto

donde sus campos hemos arado

y construimos nuestra cabaña

donde encendimos los leños

calentando nuestras almas

y nos amamos día a día

como si fuera el último que nos queda.

Si, una lágrima caerá de tu rostro

y estará llena de esperanza.

Daniel Valdman

Quizás

Arde una antorcha
en la oscuridad de la noche.
Flamea su luz al aire
que con suspiros se respira
creando incertidumbre
en los rostros de las trincheras.

Las máquinas ya no emanan

sus sonidos de guerra

mientras absortos e intrigados

miran la luz que a lo lejos brilla.

Se corre la voz que el fuego ha cesado,

que las balas de combate

se convirtieron en palabras

y que podré volver a mi amada

que tanto por mi ha rezado.

Ya no hay sangre

que darle a la patria.

Bastante le hemos dado

defendiendo los escombros

en que nos han dejado

para volver a comenzar

pero ahora libres

y sin fusiles en las manos.

Ojalá sea cierto

y pueda encontrarme con los besos

que tanto mis labios han deseado

y pueda estrecharla en un abrazo

festejando juntos que lo hemos logrado.

Y amarnos y amarnos

por nosotros, por los que hemos quedado

y por aquellos

que dándolo todo

se han ido sin retorno.

Daniel Valdman.

Resistencia

Llueve fuego.
El volcán de la guerra
no cesa
mientras la tierra humea
entre pólvora y sangre.

No hay refugio aceptable.

Todo es un desastre,

hasta mis balas tienen

su propio interrogante.

Ver caer al enemigo

no es un honor logrado

pero si yo no disparo

él es dueño de mi vida.

Quizás tenga familia,

alguien que lo esté aguardando

quien recibirá la triste noticia

de que en la batalla fue vulnerado.

No quiero que sea mi caso

porque mi familia me espera

y saben que estoy en esta guerra

para poder defenderlos

del intruso que acecha

para acabar con todos ellos.

Es mucho lo que los pienso,

mucho más los extraño

disfrutando en los prados

la bendición de la vida.

Hasta que una bala escondida

inició todo este caos.

Daniel Valdman.

Esperanza

Lo vamos logrando
y si no bajan la cabeza,
les costará muy caro.

Cada soldado

sabe por qué pelea.

No somos enemigos,

ellos son los asesinos

que quieren despoblar

nuestra tierra

bombardeando hospitales y escuelas

sin importarles que en ellas

aún estén los niños.

Quieren del espacio vacío,

no les importa la vida

ni la razón ni la justicia

y mucho menos los sueños

con sus sanas fantasías.

Y por eso amor mío

con el corazón te pido

que no te apartes de mi lado

para que me sigas dando fuerzas

con el fusil en una mano

y en la otra la esperanza

de que amanecerá mañana

con un sol brillante

y que la primavera entrante

florecerá en nuestras almas.

Por eso cielo mío

el sacrificio que te pido

es que me ayudes 

a ganar esta batalla

aunque también debas llevar

el fusil en una mano

y en la otra la esperanza.

Daniel Valdman.

 

Trigal

Vuela la fantasía
por dorados trigales
perdiéndose de la vista
el infinito insondable.

Bailan las espigas

al compas del viento

invitando al astro del cielo

a hacerle compañía.

Y sumergido en mi ensueño

quiero robarle a este paraíso

un poquito de su paz y alegría.

Sueño despierto

con los ojos abiertos

aunque mi mente ve

solo lo que imagina.

Y estás tomada de mi mano

juntos volando por este paisaje

disfrutando el instante

que nos regala la vida.

Y soñamos, soñamos

alejándonos de la cruel pesadilla

que la realidad nos pone encima

obligándonos a seguir combatiendo.

Daniel Valdman.

Comenzar

Tenía el edificio

más de doscientos años,

había soportado

más de una guerra

pero una bomba traicionera

acabó con su historia.

Albergaba en sus aposentos

música, pinturas, letras,

el devenir en la vida

de nuestra cultura.

Hoy se quieren apropiar

hasta de nuestro pasado,

como si no hubiéramos vivido,

como si jamás hubiéramos sido

habitantes de esta tierra.

Entonces, bombardean escuelas,

para que las generaciones no sepan

y sembrar en la inocencia

el fundamento de sus ideales.

Si sobrevivo a esta masacre

volveré a construir

lo que ellos han tumbado

con la sangre que salvé del combate

y con el amor que tu me brindas

porque sin ti, no hay motivo de vida

ni para nuestros hijos

una esperanza en el futuro.

Daniel Valdman.

Retirada

Caen las bombas.
El fuego no para
mientras tiembla la frontera
con el enemigo en retirada.

Somos pocos

y tenemos mucha fuerza

con el espíritu puesto

en no entregar nuestra tierra.

Defiendo el nido que alberga

las noche de romance

donde las caricias como balas

penetran en los corazones

haciendo a los cuerpos insaciables

de besos, de abrazos, de pasiones.

Y pienso en ti en medio del combate

porque eres mi anhelo y esperanza

para llegar a mañana

y tenerte entre mis brazos.

Y apretarte y sentirte

y entender el por qué

se derramó tanta sangre.

Y así creer que el amor

pudo vencer en esta guerra.

Daniel Valdman.

Flores

El monstruo es grande
y estamos solos.
Las ayudas nos llegan
por cuenta gotas
y a pesar de nuestra pobreza,
seguimos combatiendo.

Cuanto me hace falta

seguir creyendo en nuestros sueños.

No puedo bajar la guardia

mientras tus brazos me aguardan

y nuestro amor queda en silencio.

Lucho por el momento 

en que tus labios me den un beso

y que ambos despertemos

de esta voraz pesadilla.

Cuán lejos estás amada mía

que mi mente te imagina

para sentirte más cerca

entre ráfagas de metralla

y ensordecedores cañones.

Resistir, resistir a los invasores

que ansían nuestro nido

solamente para destruirlo

porque para ellos

el amor es una plaga.

Y por eso, apunto bien mis balas

aunque realmente quisiera

que fueran ramos de flores

para convencer a sus tiradores

que el amor es la cura.

Daniel Valdman.

Instantes

Te amo y aveces
no quisiera amarte
para no arrastrarte
por los caminos donde me pierdo.

No se si son los bombardeos

o las balas trazantes

que tienen agonizante

la mitad de mi cerebro

y pienso en ti con el resto

que aún se sostiene vivo.

Me mantengo tensionado.

No puedo ver a otro lado

porque debo estar atento.

Levantar la cabeza es un riesgo

y debo quedarme agazapado.

No tengo ideas,

quizás furtivos pensamientos.

Solo se que si disparo

te protejo del enemigo

porque quiero volver a tus brazos

en el momento que esto se acabe.

No le temo a sus tanques

ni a las máquinas que tienen.

Le temo a la razón que se pierde

haciéndonos más audaces y valientes

dejándolo todo en el combate.

Porque ellos ambicionan

lo que no les pertenece

y nosotros solamente

defendemos la vida.

Daniel Valdman.

Llueve

Llueve.

La angustia del dolor

nada la detiene.

Y sigo en la trinchera espectante

de que algo suceda

deseando realmente

que no suceda nada.

Hay instantes

en que la mente descanza

y acudo a ti mi bien amada

trayéndote de la nostalgia

para revivir momentos gratos

que me endulzan el alma

y le dan sentido a esta lucha.

Brega mi sentir para que te vayas,

que te alejes de este infierno

y al mismo tiempo quiero

de que estés a mi lado

amparándome con tu cariño,

acariciándome con tus manos

dejándome que me ahogue 

con el aliento de tus labios.

Si, es mucho lo que te extraño.

Llueve

y estando aquí enlodado

a la espera de algún movimiento,

solo pienso en volver a tus brazos

aunque el enemigo lo tenga al frente

Puede que él tenga

la bala con mi nombre

y debo defenderme

con los nombres que tengo en mis balas.

Y por más que me acose y dispara

no me quitará los sueños

que tengo al amarte.

Daniel Valdman

Amor

Podría contarte

el devenir de la batalla

pero tu estás para ser amada

mientras te pienso en el combate

sacándome de este infierno.

No te preocupes si tengo agua,

si estoy bien alimentado

o si tengo abrigo para el invierno.

Solo piensa en mi

y unamos los sueños

porque al tenerte en mi pensamiento

ya estoy satisfecho

y bien abrigado.

La crueldad de la guerra

no impide que te ame,

desear tu abrazo fuerte,

tu cabello perfumado

y la caricia suave

que hace temblar mi cuerpo.

Y en el fragor del combate,

mientras el mundo se derrumba

pienso en tu alma pura

que me da fuerzas 

para que esto se acabe

y volver a tus brazos como antes,

como cuando todavía

se creía en el amor.

Daniel Valdman

Amor con fuego

Tengo unas horas de descanso
para entregarme a tus brazos
y rendir en ellos mis ideales.

Por un instante olvidarme del combate

para saciarme de tus ojos,

de tus manos, de tu cara

y sentir el sentimiento reflejado

tan solo en tu mirada

que lo llevaré en el alma

donde quiera que vaya.

Tengo unos momentos,

apenas unas horas

que deseo sean maravillosas

porque eres lo único que poseo

más que el cielo y sus estrellas.

Báñate conmigo en el mar de caricias.

LLena mi espíritu de besos

porque ahora estoy

y no se cuando vuelvo.

Aleja de mi los pensamientos.

Disfrutemos ahora

que no hay mucho tiempo

y ninguno de los dos sabe

si volveremos a tenerlo.

Daniel Valdman.

Noticias

La gente se olvida.

Ya no somos noticia

y el mundo esconde la cara

porque es lejos de sus casas

y lo mismo pasó con Siria,

El Congo o El Libano.

Pero nosotros ponemos los muertos

mientras las naciones 

cierran sus puertas

y cada vez solos nos dejan

robándonos esperanzas.

Todos les temen a los gigantes.

Pero su bota 

no puede pisar a cualquiera

sin que nadie se levante.

Estamos resistiendo

con lo poco que tenemos

y cada suspiro es un alivio

de que aún estamos vivos

y nuestras casas defendiendo.

No se si venceremos.

La contienda es muy dura

y para peor este invierno

hace la situación más cruda

con la comida que escasea

y las balas se van perdiendo.

Ya a nadie le interesa

y seguimos en esta brega

cada vez más solos

porque el mundo 

le teme al gigante.

Daniel Valdman.

Frente

No se puede contar
el terror en las caras.
Es un rictus que contagia
al más duro espíritu.

No se sabe dónde estar

si en las calles o en las casas

pues los refugios están llenos

de mucha gente aterrada.

No todos son soldados

en el frente de batalla.

Algunos cogieron las armas

solamente por valientes

para defender la causa

de no ser sometidos

arriesgando así su sangre

y también su futuro.

Y pienso en ti

si estarás bien protegida,

si tendrás la manta que te abriga

en este cruel invierno

y si tanto me extrañas

como yo en ti pienso.

La lucha es encarnizada,

pero no es cuerpo a cuerpo

pues solo se dispara a las máquinas

que aturden con sus fuegos

para poder dañarlas

y que no continúen combatiendo.

Estoy lleno de barro.

Las botas pesan toneladas

y sigo en el frente disparando

teniéndote a ti en el pensamiento

porque eres mi única esperanza.

Daniel Valdman

Parque

Cayó una bomba en el parque.
Destruyó columpios y toboganes.
Acaso el que disparó no sabía
que los niños no combaten
más que con sus sueños y sus fantasías?
Ya sus casas están destruidas.

Los juguetes enterrados 

en montañas de escombros.

No saben si mañana tendrán comida

y en el éxodo de su partida

ven el parque destruido

perdiendo así también sus juegos.

Cuánto calvario trae la guerra.

No hay vencedores

pues son todos vencidos

porque todos pierden un poco

y en especial los niños

que al fin son nuestros sueños

de mejorar este mundo.

Qué obtusos somos los mayores

en acabar con el futuro.

Daniel Valdman.

Volver

Quiero estar entre tus brazos
y sentir el calor de tu cuerpo.
Entregarme por completo
y ser vencido por tus encantos.

Pero hay una bala

que lleva mi nombre

y sobrevivo a ella

para volver a nuestro nido.

La felicidad de tu cariño

me mantiene alerta

porque se que me esperas

al igual que yo te sueño.

Y aquí estoy luchando por ello

tratando que solo exista el fuego

creado por los sentimientos

perdidos en el universo

cuando juntos nos abrazamos.

Lucho por estar a tu lado

y volver a ser felices

comiéndome tu sonrisa,

llenándote de caricias

y vivir lo que esta guerra

no nos permite.

Debo estar atento

porque se que me aguardas

para continuar juntos la vida.

Daniel Valdman

Luna

Luna llena
lejana y pequeña,
escondida entre tinieblas
en cielo húmedo sin estrellas,

como si también le dolieran

los avatares de la guerra

que sin causa alguna

solo acaban con la vida.

Conozco el motivo

del por qué estás escondida

ocultando las heridas

que se producen en tu alma

sin querer mostrar la lágrima

que rueda por tu mejilla.

Luna pequeña en mi trinchera

acompañándome en la guardia

atenta y desconfiada

ante tanta indolencia.

No somos dueños del mundo

y los que son, lo tienen calculado

cuántos miles quedarán atrapados

ante el fuego cruzado

entre los dos bandos.

No les importan sus soldados

ni los sueños ni sus esperanzas.

Solo quieren ganar la batalla

a costa de lo que sea

contando a los muertos que deja

como daños colaterales

de una ambición sin fronteras

en espíritus insaciables.

Y por eso mi Luna te escondes

como yo en la trinchera.

Daniel Valdman

Batalla

Ruedan lágrimas por mis mejillas
al ver tanta maldad, tanta decidia
que hasta el soldado enemigo
cambia de bando.
Mientras ayer nos disparábamos
hoy lo tengo a mi lado
defendiendo la misma causa.

Ver a tantos niños

seguir pasos desesperados

escapando del miedo, del terror,

de las bombas que nos van tirando.

Si los comandantes estuvieran en el frente

no se si arriesgarían a su propia gente

luchando por ideales que no los pertenecen.

Al que fue mi enemigo

lo tengo aquí a mi lado 

compartiendo un café, un cigarrillo

o estrechándonos la mano

porque es más fuerte su conciencia

que la orden recibida

y eso me demuestra

que estamos ganando la batalla

a costa de sangre, de dolor, de heridas

sintiendo que somos los únicos

en defender la vida.

Y con el fusil en la mano

sigo luchando en esta guerra

aunque bala tras bala

sigo sin comprenderla.

Daniel Valdman

Ilustrando

No hay razón ni motivo.
Es innato sin fundamentos
como reacción del espíritu
que gobierna el sentimiento.

Te acaricio porque te quiero

y mis manos necesitan

entregarte lo que siento

sin palabras ni medidas,

sin explicaciones vanas.

Es el impulso del alma

que empuja desde mi pecho

deseando sentir tu cuerpo

en la caricia que te regalo

tratando de llegar muy profundo

hasta que me la devuelvas en un beso.

Entregarnos al amor

con tan solo vernos

y en la mirada los destellos

de la pasión controlada

disfrutando el momento

entre el cariño y el deseo.

Y después, liberar los sueños

que se escapan por los poros

saciando lo que piden los cuerpos

entre caricias y besos

dejando a los ojos ciegos

para que solamente

sientan las almas.

Y así, comenzar a amarnos

como ayer, como siempre

porque juntos, creamos la vida.

Daniel Valdman

Salvajes

Recogí las flores del huerto
de esas que crecen
sin hacerles nada
para llevártelas al lecho
con el desayuno en la mañana.

Salvajes, libres, indiciplinadas

como la frescura de tu arte

conque inundas toda la casa.

Les dicen mala hierba

porque no pueden ser dominadas

pero su belleza es tan inmaculada

que los colibríes y abejas

son atraídos por ellas

confundiendo sus colores

con las mariposas.

Te traje las flores del huerto

que no tienen de las rosas

su elegancia

ni el perfume de los jazmines

pero su libertad nadie reprime

porque no son por el hombre cultivadas .

Y así es tu fantasía,

sin barreras ni controles

encontrando siempre la belleza

hasta en los más oscuros rincones.

Hoy te traje flores indomables

que son iguales a tus sueños.

Daniel Valdman

Alba

Fecunda el alba esperanzas

de amarte más este día

pegada a mi entre cobijas

y en el abrazo, entregarte el alma.

Tu perfume mientras estás dormida

me lleva a otros sueños, a otras fantasías

que la mente no imagina

y se sienten en el espíritu.

Te huelo, te aspiro, te veo

y un volcán de emociones

se estremece en mi pecho

tratando de liberarlo

tan solo con una caricia.

Y sin querer despertarte,

disfruto de lo que siento

porque en ti está la vida

de puro sentimiento

que sin ella, mi corazón no respira

desapareciendo los sueños.

Me arrimo más para aspirar tu aliento

y al sentirme tan cercano

estiras tu brazo y lo pones en mi cuerpo

diciéndome aunque aún estés dormida

que sientes lo mismo por mi

de lo que yo por ti siento.

Y en ese maravilloso momento

cuando tu corazón late con el mío

en nuestro propio universo nos hundimos

y continuamos amándonos. 

Daniel Valdman

Demora

Llegó tarde.
El electrón
no se presentó a la cita
y se detuvieron los relojes.
Hasta el Sol se quedó dormido
dejando que la Luna
muestre un rato más su belleza.

Todo el mundo contrariado.

Las flores tampoco despertaron

y los trinos de las aves

de tanto cantar, se cansaron.

Todo parecía como un cuento de niños.

La gente corriendo por las calles

sin terminar de arreglar sus vestidos

llevándose entre si por delante

porque todos llegarán tarde

a sus oficios matutinos.

El desayuno quedó a un lado.

No hubo tiempo para tanto

y con el estómago vacío

cada uno en su trabajo

deseando que ya llegue el almuerzo.

Inclusive los cocineros

llegaron demorados

y se les quemaron los huevos,

se derramó la leche

echándole culpas al horno

que no enciende

porque el electrón llegó tarde

y aunque a todos les pase

por el afán, nadie comprende.

Somos esclavos de la tecnología

y aún así,

espero que mis versos 

lleguen a tiempo.

Daniel Valdman

Trinchera

Y pienso en ti
ante el dolor de la auscencia
y el fragor de la trinchera
que solo me hace pensar
en lo que amo

con el arma en la mano

y el corazón en tu alma.

No puedo moverme,

donde lo haga me disparan

y debo estar pendiente

para ser un sobreviviente

y volver a tus brazos 

que me aguardan.

Recordarte me da calor

ante el frío de esta nieve

y eres el real motivo

para no decaerme

en esta situación

que nadie entiende

y donde todos nos jugamos la vida.

Quizás del otro lado

haya alguien que también siente

lo mismo que yo siento,

volver a unos labios que con sus besos

le dan sentido al mañana

y tener la caricia amada

que tanto ansío en esta trinchera.

Pienso en ti mientras las balas

van surcando el espacio.

Y yo quiero tu abrazo

porque en la guerra

solo el amor hace falta.

Daniel Valdman

Hogar

Estoy en el frente.
No puedo dejar que pasen
aunque el cansancio agobia
y el frío entumece.

Cada vez somos menos 

o porque los trasladaron

o porque ya no vuelven.

Estamos aquí 

defendiendo nuestra casa

y me pregunto, ellos qué defienden?

Qué harán con nuestras cosas

en caso que se las tomen?

Que harán con nuestros amores

que en esta guerra abandonamos?

Ellos sabrán lo que quieren

mientras están en el frente

dejando en mi tierra su sangre?

No tendrán a alguien que los aguarde

y que rece por ellos

para que todo esto acabe?

Qué mal les hemos hecho

para así tener que pagarlo?

Inútil la soberbia.

No tengo orgullo

cada vez que disparo

porque hasta no hace mucho

fuimos como hermanos

compartiendo las mismas montañas,

los mismos ríos y este cruel invierno.

Estoy aquí defendiendo mi casa

y yo aún a ellos, no los entiendo.

Daniel Valdman

Trabajo

Abarrotadas las calles
de extendidos cuerpos.

Algunos enemigos,

otros de los nuestros.

Habrá que recogerlos

porque existirán heridos

y los que no estén vivos

igual habrá que llevarlos.

El respeto a la vida

se sigue manteniendo

aunque el aire no respira

y el corazón esté quieto.

La guerra, cruel invento

de ambiciones desmedidas

creadas por enfermos

de poder y avaricia.

Me duele este trabajo,

quizás encuentre a un amigo

y con mucha pena en el alma

tendré que decírselo a la familia.

No hay justicia en ninguna guerra,

ambos bandos serán derrotados.

Unos con el espíritu callado

por todo lo que perdieron

y otros enarbolando banderas

sin pensar en sus muertos.

Cruel trabajo limpiar las calles

de tantos desmembrados cuerpos

y al hacerlo a veces siento

que pude ser uno de ellos.

Daniel Valdman

La paz

El jardín resiste este invierno.
Los pequeños capullos
crecen lentamente

regalando la esperanza

de una sana primavera.

Ya los colibríes vuelan

absorbiendo el dulce néctar

de las flores que hallen

decorando así el paisaje

con sin fines de colores.

Absortos disfrutamos

tan espléndido escenario

tomados de la mano

maravillados por lo que vemos.

Los azahares de los frutales

dicen que habrá buena cosecha

mientras mariposas y abejas 

lo que dejaron los colibríes

se van llevando.

Cómo no amar la vida

más aún sintiéndote a mi lado

comiendo con los ojos

lo que la naturaleza nos ha brindado

y el amor que nos tenemos

en los pechos va estallando

emocionándonos como niños

por el jardín que hemos creado.

Daniel Valdman

Guardia

No son las dos de la mañana

y corren lentas las horas

desde mi puesto de guardia

que tras la fatiga cotidiana

ya me hace pesar los ojos.

Mantente atento me digo

por más que esté cansado

pues lo que también estoy cuidando

es el sueño de mis hijos

que aunque no tengan mi apellido

son parte de mi pueblo.

Fusíl en mano

que no quisiera usarlo

para no despertarlos

y ponerlos en peligro.

Vagan los pensamientos

bajo un cielo nublado.

La nieve sigue cayendo

y el frío acelerando

endureciendo los huesos

costandome dar cada paso

sin poder encender un fuego

que caliente el espíritu

para no delatar 

la posición en que me hallo.

Y pienso en ti,

en tu abrazo como abrigo,

en el sabor de tus besos

aunque mis labios esten partidos

y en el chocolate caliente

que tus manos me sirven con cariño.

Si, estoy de guardia y hace frío

y en esta soledad de la noche

mientras tu sueño cuido

tu entibias mi alma

porque te siento conmigo.

Daniel Valdman

Noche

Fria la noche
apretada entre cobijas.
No quiero que te enfríes
y por eso te arropo.

Quiero que tu descances

porque ya el desvelo

lo tengo encima. 

Los ojos abiertos,

el oído atento

escuchando un silencio

que no se lo que dice.

No hay nuevas noticias,

no se si es bueno o malo

solo se que te amparo

con todo lo que tengo.

El calor de mi cuerpo,

la fuerza de mis brazos,

el sentir que te amo

con todo mi sentimiento

y las bobadas que me nacen

para superar el momento

creándote sonrisas

que tu rostro iluminan

y a mi espíritu alimentan.

Es noche, hace frío

y te miro con tanto cariño

que me inunda el pecho

acostados en el suelo

con muy pocas cobijas

mientras suspiras entre sueños

y yo así despierto

velando que lleguemos 

a la nueva mañana.

Daniel Valdman

Balas de amor

Bien sabe el cielo

que te quiero

y te lo digo ahora

porque aún puedo

sin soltarme de tu mano

aunque no sea una despedida.

Te quiero

y no se si mañana

podré decirlo

porque los devenires del destino

nos tiene acorralados

sin saber cuando saldremos

de este atroz infierno.

Mi única riqueza

es el sentimiento

y por eso no te suelto

pues si me toca irme

lo lleves contigo.

Sabes que los días son inciertos

y el único refugio que tenemos

está escondido en nuestros pechos

cobijado en la esperanza

de que quizás mañana

podamos besarnos en la calle

sin temer por las balas

que hoy se quieren llevar nuestras vidas.

Te quiero,

y ahora tengo el tiempo de decirlo

y si al amanecer

veas que no estoy contigo,

recuerdes que te he querido

hasta el último momento.

Daniel Valdman

Despierto

Se puebla de trinos el espacio.
Las lluvias han cesado
y se ve el cielo limpio y claro.
No hay motores ni sirenas
y ese silencio es una fiesta
que poco a poco,

salen todos a celebrarlo.

Las calles se van inundando

de gentes y banderas

y aparece la música

que todos bailan de la mano.

La felicidad rutilante

brilla en todos los rostros

y el mundo parece loco

ante tanta algarabía.

Los abrazos y los besos

están a la orden del día

y tanto jóvenes y viejos

comparten la alegría.

Esto es una maravilla

que me contagia entre todos.

De pronto, una luz me ilumina

y me ordena ponerme de rodillas

despertándome así

del sueño que tenía

recordándome que aún

continúa la guerra.

Daniel Valdman

Refugio

El bunquer es pequeño,
no cabemos tantos
y están las parturientas
y los niños llorando.

Los túneles del metro

están abarrotados

con temor a que los inunden

como sucedió en el pasado.

Las sirenas son por los aviones

pero por las balas de cañones

no hay ninguna advertencia.

Salir a la calle es un dilema

o un acto de coraje

al que no todos se atreven.

Escasea la comida,

el agua es una fantasía

que enmudece las gargantas

y da más deseo todavía.

Así no es la vida.

Asi son los sobrevivientes

ante el ímpetu de aquellos

que nos les importa la gente

solo su avaricia, su ambición

teniendo el poder latente

de ser grandes destructores

mostrando su cobardía

aparapetados entre tanques y aviones

mientras el pueblo, ya muy pobre

se refugia en el bunquer

sin agua, sin comida.

Daniel Valdman