viernes, 9 de octubre de 2020

Volver



Acabándose el día
vuelvo a tus brazos
amada mía
arrastrando la fatiga
que produjo la jornada.
Vuelvo a encontrar tu sonrisa
que me crea la calma
en la mente agobiada
por los devenires de la vida.
Vuelvo por esa caricia
que es mi mejor alimento
al aspirar tu aliento
en cada uno de tus besos.
Vuelvo a disfrutar del paraíso
que el sentimiento construye
y que me carga de esperanza
de que mañana 
será un mejor día.
Vuelvo a tus brazos, amada mía,
porque sin ti,
no tiene sentido la vida.
Daniel Valdman