se me perdieron los detalles,
pero fue mágico encontrarte
cruzando así nuestros destinos.
No recuerdo ya la causa
ni tampoco el motivo
pero nada cambiaria
del tiempo vivido
para sentir lo que hoy sentimos
tras compartir tantos años.
Ya con los cabellos canos
las caricias tienen otro sentido
y cada beso es un regalo
que nos llena de cariño
y cada mirada un paraíso
agradeciendo a los cielos
todo lo que compartimos
y que aún seguimos
cogidos de las manos.
No concibo la vida
sin estar a tu lado,
motivo y afán de mis corridas,
oasis de mi descanso
y dulce manantial
de mi existencia.
Y sigues siendo la más bella
de todos los sueños que he soñado.
Daniel Valdman
