miércoles, 25 de diciembre de 2024

Rutina

En la ciudad quieta hay silencio
ya avanzada la mañana
que ni las aves cantan
para saludar a los cielos
creando un sentimiento austero
de soledad ausente de vida.
No hay motores ni sirenas
ni vendedores ambulantes.
Ni del chatarrero 
que para en las esquinas
anunciando su llegada 
para comprar metales.
No hay ruidos de ninguna clase
y parece que la cafetera
se unió al movimiento
que nada ni nadie hace
porque todo está quieto
en este día sacro y brillante.
Quedaron los muros sin gente
porque todos salieron 
a buscar nuevos aires,
a respirar verde naturaleza,
la que en la ciudades 
no se encuentra.
Gracias a que existen 
días como este
donde todo está quieto
y de verdad nada se mueve
y la rutina desaparece
tratando de encontrar
renovadas fuerzas.
Daniel Valdman.